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La pérdida de cabello puede ser alarmante, pero en muchos casos, es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés. Una de las causas más comunes de esta caída temporal es el efluvio telógeno, un proceso que afecta el ciclo de vida de los folículos capilares.

¿Qué es el efluvio telógeno?

El efluvio telógeno ocurre cuando un número inusual de folículos pilosos entra prematuramente en la fase de reposo o “telógena”, lo que provoca una caída notable del cabello. Aunque puede parecer preocupante, este tipo de pérdida de pelo es generalmente temporal y reversible con el enfoque adecuado

¿Qué lo desencadena?

El efluvio telógeno suele estar relacionado con eventos traumáticos o estresantes que alteran el equilibrio del cuerpo, como:

Enfermedades graves o fiebre alta: Infecciones importantes, gripes severas o problemas de salud que sobrecargan el sistema inmunológico.

Estrés emocional: Eventos de alto impacto emocional, como la pérdida de un ser querido, separaciones o cambios drásticos en la vida.

Cirugías mayores: Procedimientos quirúrgicos que requieren tiempo de recuperación.

Cambios hormonales: Condiciones como el posparto, desequilibrios en la tiroides o cambios bruscos en los niveles de hormonas.

Deficiencias nutricionales: La falta de ciertos nutrientes esenciales, como hierro o proteínas, también puede contribuir.

¿Cómo identificar el efluvio telógeno?

El signo más notable es la caída masiva de cabello que puede observarse al cepillarlo, lavarlo o incluso al despertarse. Esta caída suele ser difusa, afectando a todo el cuero cabelludo, pero no provoca calvicie permanente ni afecta los folículos de forma irreversible.

Buenas noticias: es tratable y reversible

Aunque puede ser preocupante, el efluvio telógeno no es permanente. Con el diagnóstico adecuado y un tratamiento dirigido, es posible recuperar la salud y densidad de tu cabello.

Recomendaciones clave para abordar el efluvio telógeno:

Consultar con un especialista: el dermatólogo es el especialista indicado para realizar el diagnóstico, identificar la causa exacta y recomendar un tratamiento personalizado.

Adoptar un estilo de vida saludable: Reducir el estrés, mejorar la alimentación y descansar adecuadamente puede contribuir significativamente a la recuperación.

Tratamientos específicos: Existen terapias tópicas, suplementos nutricionales y procedimientos médicos que estimulan el ciclo de crecimiento capilar y fortalecen los folículos.

Buscar ayuda a tiempo marca la diferencia. Recuperar la vitalidad de tu cabello es posible y estaremos contigo en cada paso del camino.

Por la Dra. María Florencia Paniego – Médica dermatóloga MN94.996